La historia del Tesla blindado de 400 millones: Mucho ruido y pocas pruebas

13 de febrero de 2025

El Departamento de Estado de EE. UU. maneja una gran cantidad de contratos con diversas empresas, incluidas compras anteriores de vehículos Tesla. Sin embargo, una extraña modificación en un documento presupuestario encendió las alarmas en los medios y desató una ola de especulaciones. Aunque la cifra de 400 millones de dólares en Teslas blindados parece llamativa, lo verdaderamente sospechoso es la rapidez con la que se editó el documento tras ser descubierto. Analicemos los hechos detrás de este aparente escándalo.

La historia del Tesla blindado de 400 millones: mucho ruido y pocas pruebas
© iStock.

El revuelo comenzó cuando el medio Drop Site News encontró un ítem inusual en el pronóstico de adquisiciones del Departamento de Estado para 2025: una partida de 400 millones de dólares etiquetada como «Armored Teslas». Aunque esto pueda parecer inusual, lo cierto es que el Departamento de Estado gasta sumas considerables en blindar vehículos, y Tesla no sería una excepción.

El documento en cuestión es un Pronóstico de Adquisiciones, una herramienta de planificación que la ley exige publicar, pero que no representa un presupuesto definitivo. No se trata de una adjudicación concreta, sino de una posible licitación futura. La confusión surge porque la mayoría de las personas no están familiarizadas con estos procesos y los interpretan erróneamente.

La rápida edición del documento: una reacción sospechosa

Lo que hizo que esta historia explotara fue lo que ocurrió después. Tras la publicación del artículo de Drop Site News, el documento fue modificado para eliminar cualquier mención a Tesla, lo que desató aún más especulaciones. La noticia llegó a medios de gran alcance como The New York Times y fue mencionada en programas de televisión. Incluso Elon Musk entró en la discusión, negando cualquier conocimiento sobre el contrato.

El Departamento de Estado, al ser consultado, explicó que no había adjudicado ningún contrato y que el ítem de los Teslas blindados era parte de una investigación sobre cómo añadir blindaje a vehículos eléctricos de uso comercial. Aseguraron que el documento se corrigió porque el término «Tesla» debía haber sido algo más genérico, como «fabricante de vehículos eléctricos». Aunque esto puede ser cierto, el hecho de realizar la modificación sin una comunicación clara al público solo avivó las sospechas.

Lo que realmente estaba haciendo el Departamento de Estado

La historia del Tesla blindado de 400 millones: mucho ruido y pocas pruebas
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El Departamento de Estado tiene una división especializada en blindaje de vehículos llamada DSS Defensive Equipment and Armored Vehicle Division (DEAV). Esta unidad gasta millones cada año en la adquisición y modificación de vehículos para hacerlos más seguros.

Un documento clave en esta historia es una Solicitud de Información (RFI) emitida por la DEAV en abril de 2024. Una RFI es una etapa temprana en el proceso de contratación pública, donde el gobierno solicita a las empresas que expliquen cómo podrían llevar a cabo un proyecto y cuánto costaría. Esta RFI en particular preguntaba cómo se podría blindar un vehículo eléctrico existente. Es decir, el gobierno ni siquiera estaba adjudicando un contrato, sino explorando posibilidades.

Según el Departamento de Estado, solo una empresa respondió a la RFI. La siguiente fase habría sido una licitación oficial, pero el proceso quedó en pausa sin planes actuales para continuarlo. Además, en la misma planilla presupuestaria aparecían menciones a vehículos blindados de otras marcas, como BMW y otros modelos eléctricos, lo que refuerza la idea de que no era un contrato exclusivo para Tesla.

El Departamento de Estado de EE. UU. maneja una gran cantidad de contratos con diversas empresas, incluidas compras anteriores de vehículos Tesla. Sin embargo, una extraña modificación en un documento presupuestario encendió las alarmas en los medios y desató una ola de especulaciones. Aunque la cifra de 400 millones de dólares en Teslas blindados parece llamativa, lo verdaderamente sospechoso es la rapidez con la que se editó el documento tras ser descubierto. Analicemos los hechos detrás de este aparente escándalo.

El factor Musk y la manipulación de la información

Aquí es donde entran en juego otros factores. Elon Musk, como el multimillonario que es, maneja múltiples contratos con el gobierno de EE. UU. Sus empresas, Tesla y SpaceX, han obtenido cientos de contratos por miles de millones de dólares. Sin embargo, esto no significa que cada mención a Tesla en un documento gubernamental implique un negocio directo con él.

Pero lo verdaderamente llamativo es cómo se manejó la situación dentro del gobierno. Editar un documento sin aviso tras ser señalado por los medios da una imagen de opacidad y desorganización. Aunque el Departamento de Estado argumenta que solo corrigió un error, el hecho de no emitir un comunicado claro antes de la modificación hace que todo parezca más sospechoso de lo que realmente es.

Escándalos reales y distracciones mediáticas

Estamos en un momento en el que las noticias falsas y las teorías de conspiración circulan a gran velocidad. La administración actual, con Trump y Musk en el centro de atención, ha mostrado patrones claros de privatización y aprovechamiento de recursos estatales para beneficio personal. Pero hay batallas más importantes que pelear.

Obsesionarse con una línea en una hoja de cálculo no aporta mucho cuando hay otros casos de corrupción y abuso de poder con consecuencias mucho más graves. Aprender a leer documentos gubernamentales y exigir transparencia real es más útil que dejarse llevar por una indignación mediática pasajera. Hay problemas reales que merecen nuestra atención, y este no parece ser uno de ellos.

Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Martín Nicolás Parolari. Aquí podrás encontrar la versión original.