¿Podría este robot-insecto polinizador salvar la agricultura?
28 de enero de 2025
Enjambres de robots diminutos, inspirados en las abejas, capaces de polinizar cultivos con una precisión quirúrgica: estas creaciones de alta tecnología, desarrolladas por investigadores del MIT, podrían convertirse en aliados indispensables para la agricultura del futuro.
Estos robots-insectos, más ligeros que un clip, están diseñados para imitar los movimientos rápidos y ágiles de los polinizadores naturales. ¿Su objetivo? Compensar el declive de las abejas y ofrecer una solución sostenible para aumentar los rendimientos agrícolas mientras se reduce el impacto ambiental.
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Un rendimiento récord en vuelo
Los nuevos robots pueden volar en modo estacionario durante más de 1,000 segundos, es decir, casi 17 minutos, una duración 100 veces superior a las versiones anteriores. También alcanzan una velocidad de 35 cm/s y son capaces de realizar figuras acrobáticas complejas, como dobles saltos mortales.
Estas hazañas son posibles gracias a un diseño optimizado, que reduce las interferencias entre las alas y mejora la estabilidad. Los investigadores también han integrado músculos artificiales de elastómero y nanotubos de carbono, permitiendo movimientos rápidos y precisos.
El diseño de estos robots se inspira directamente en la anatomía de las abejas. A diferencia de los modelos antiguos con ocho alas, los nuevos robots solo tienen cuatro, lo que mejora su eficiencia. Cada ala es accionada por un músculo artificial, reduciendo la fatiga mecánica y aumentando la vida útil de los componentes.
Los investigadores también han desarrollado bisagras de alas más largas y resistentes, fabricadas mediante un proceso de corte láser ultrapreciso. Estas innovaciones permiten que los robots vuelen durante más tiempo y de manera más estable.
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El robot-insecto en vuelo.
Vídeo del MIT.
Hacia una agricultura más sostenible
A largo plazo, estos robots podrían estar equipados con sensores y baterías, permitiéndoles funcionar de manera autónoma en exteriores. Podrían así polinizar cultivos en entornos controlados, como granjas verticales, reduciendo la dependencia de pesticidas y polinizadores naturales.
Aunque estos robots aún no superan a las abejas en términos de precisión y resistencia, representan un avance importante en el campo de la robótica bioinspirada. Su desarrollo abre el camino hacia una agricultura más resiliente y respetuosa con el medio ambiente.
Para profundizar: ¿Qué es la polinización robotizada?
La polinización robotizada es una tecnología emergente que busca reemplazar o complementar a los polinizadores naturales, como las abejas, mediante robots. Estos dispositivos, a menudo inspirados en insectos, están diseñados para transportar polen de una flor a otra, asegurando así la reproducción de las plantas.
Los robots polinizadores están equipados con sensores y sistemas de navegación para identificar flores y realizar transferencias de polen precisas. Son especialmente útiles en entornos controlados, como invernaderos o granjas verticales, donde los polinizadores naturales son menos eficaces.
Estos robots podrían desempeñar un papel importante frente al declive de las abejas, causado por pesticidas, enfermedades y cambios climáticos. Al automatizar la polinización, podrían aumentar los rendimientos agrícolas mientras reducen la dependencia de productos químicos.
Sin embargo, la polinización robotizada sigue en desarrollo. Aún deben superarse limitaciones técnicas, como la autonomía energética y la precisión de los movimientos, para que estos robots se conviertan en una solución viable a gran escala.
¿Qué es el biomimetismo en robótica?
El biomimetismo en robótica consiste en inspirarse en las estructuras, comportamientos o mecanismos del mundo vivo para diseñar robots más eficientes. Este enfoque permite reproducir soluciones probadas por millones de años de evolución, como la locomoción de los insectos o la natación de los peces.
Los robots-insectos del MIT son un ejemplo destacado. Su diseño se inspira directamente en las abejas, especialmente en sus alas y su capacidad para volar con agilidad. Al imitar la naturaleza, los investigadores logran crear máquinas más ligeras, rápidas y adaptadas a tareas complejas.
El biomimetismo no se limita a la forma física. También incluye los materiales utilizados, como los músculos artificiales de elastómero, que imitan tejidos biológicos. Este enfoque abre el camino hacia robots más duraderos y capaces de adaptarse a entornos variados.
Finalmente, el biomimetismo permite superar los límites de la robótica al explorar soluciones innovadoras, como la polinización robotizada, mientras se respetan los principios de sostenibilidad y eficiencia energética.
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