Stellantis ha patentado un sistema de vibración para simular coches de gasolina
22 feb. 2024
El grupo automovilístico tiene la intención de poder incorporarlo al Dodge Charger Daytona eléctrico y ver si suena como un propulsor V8 biturbo al uso. Para conseguirlo tiene dos opciones: o utilizar un generador de fuerza para hacer vibrar el chasis; o incluir sensaciones enviadas a puntos de contacto clave como el volante y el asiento del conductor.
Los expertos en coches eléctricos aseguran que son más rápidos que los de combustión interna hasta los 96 km/h. El hecho de que monten menos piezas móviles y sean más flexibles, les da más potencia y un par instantáneos. Pero, amigo, por donde pierde aceite este segmento es en la garra, el rugido y la sensación de fuerza de uno térmico, que ahí no tiene parangón alguno.
Aun así, hay fabricantes que se empeñan en llevar la contraria a los que siguen apostando por la gasolina y el diésel. Sin ir más lejos, Stellantis presentó el pasado año una patente que tenía como objetivo recuperar los estímulos que transmiten los motores de combustión y simular su vibración.
Este novedoso sistema, llamado Active Sound Enhancement (ASE) y Active Vibration System Enhancement (AVE), se ha patentado ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Va dirigido explícitamente a coches con gran potencia y todo apunta que para instalarlo se va a elegir el Dodge Charger Daytona totalmente eléctrico.
Dodge está yendo a una velocidad de vértigo con que sus eléctricos sigan sonando a térmicos. Por esta razón, ya ha presentado su escape con cámara Fratazonic, cuyo fin es generar notas de escape artificiales para el Charger Daytona. Pero es que si se lleva a cabo el sistema ASE/AVE sería mucho más sentido, más potente.
Esta nueva función tiene como finalidad recrear las vibraciones que normalmente se experimentarían con un vehículo de gasolina, presumiblemente un muscle car con un motor V8 biturbo.
Mopar Insiders ha mostrado la patente, donde se recoge que estas vibraciones podrían introducirse de varias maneras. Una de esas posibilidades sería utilizar un generador de fuerza para hacer vibrar el chasis o la carrocería del vehículo con varios sensores que envíen información sobre los parámetros de conducción.
Otra opción podría contener sensaciones enviadas a puntos de contacto clave, como el volante y el asiento del conductor, reproduciendo lo que podría ser una plataforma de carreras de simulación de alta gama con retroalimentación de fuerza y motores montados en sillas que aparentan un momento real.
El componente ASE lleva incluídos altavoces interiores y exteriores, además del “escape”, que reaccionarán a los sensores que monitorean parámetros como la velocidad del motor, la aceleración, la velocidad de las ruedas y el par motor.
Este sistema ha tenido anteriormente diferentes variaciones que ya se instalaron en vehículos eléctricos y motores de combustión interna, que transmitían ruidos artificiales del motor a la cabina. Sin embargo, el elemento de vibración podría añadir una dimensión extra a los vehículos eléctricos de alto rendimiento.
Pero habrá voces incrédulas de que un coche con motor eléctrico pueda tener la misma sonoridad que uno de combustión interna. Hasta que no se instale en uno de cero emisiones y lo podamos comprobar in situ siempre nos quedará el rugido de cualquier V8 o V12 que nos ponen los pelos como escarpias. Pero quién sabe, igual este experimento puede cuajar y Stellantis se hace de oro…